ELOPEMENT AL ABRIGO DE UN ÁRBOL CENTENARIO
Un día recibí un mensaje por parte de Guillaume Giménez, un fotógrafo francés de la bonita ciudad de Toulouse.
Tiene orígenes españoles, ya que su abuela era de Almería y quería hacer dos proyectos en España, con la idea de atraer mercado español y también sugerir a las parejas francesas enclaves para casarse únicos, como los que tenemos en nuestro país.
Estos dos proyectos iban a desarrollarse en dos ciudades españolas: Almería, como no podía ser de otra manera, por su vínculo familiar y emocional, pero también en Barcelona, por ser una ciudad a la que tantas parejas de todo el mundo vienen a casarse.
Conectamos en seguida y creamos un proyecto del que realmente me siento muy orgullosa y que nos quedó muy bien, además de vivir una gran experiencia con todo el equipo.
EL PROYECTO
Para hacer un shooting, es importante primero plantear el proyecto:
- Qué queremos contar
- Cómo vamos a hacerlo
- En qué estilo
- Qué tipo de colaboradores va a intervenir
Tuvimos una primera reunión de brainstorming para saber qué idea tenía cada uno de nosotros sobre el proyecto y ver por dónde nos movíamos.
Descubrimos que estábamos en gran sintonía, con ideas y visiones muy similares. Supe en ese momento que iba a ser un gran proyecto en el que iba a disfrutar al máximo. No porque fuera grande, ni porque se fuera a hacer viral (esto es MUY difícil de conseguir orgánicamente. Si quieres lograrlo, has de invertir mucho dinero. Y ese tampoco era nuestro objetivo), sino porque íbamos a trabajar muy a gusto e iba a ser una gran experiencia.
Es lo que busco siempre en todos los trabajos que hago. Es un trabajo maravilloso, mi pasión y me encanta. Para estar amargada, no merece la pena. Pero esto no siempre es fácil, así que cuando ves que va a ser así, es un momento muy feliz.
Definimos el tipo y estilo de historia que queríamos contar y, por tanto, todos los demás elementos del shooting tenían que ir en consonancia con ello.
Así que marcamos las tareas a realizar, que serían elegir:
- Un espacio
- La idea conceptual
- Los colaboradores
Espacios
Como conozco bien el terreno de Cataluña, pues soy de aquí y mi trabajo se basa principalmente aquí, le propuse una lista de espacios que serían ideales para el proyecto.
Guillaume eligió aquellos que más le gustaron y fijamos una fecha para visitarlos conjuntamente.
Estos espacios fueron el Castillo de Santa Margarita, Heretat Sabartés y La Torre del Veguer.
Buscábamos un lugar con historia y estos tres venues pre-seleccionados contaban con las características ideales para nuestro proyecto.
El Castillo de Santa Margarita
El Castillo de Santa Margarita tiene una historia muy interesante.
Está situado muy cerca Vic, en la provincia de Barcelona y data del año 1890. Su arquitecto fue Enric Sagnier, un importante artista modernista barcelonés que desarrolló muchas obras en Barcelona. Un ejemplo de sus trabajos son el Templo Expiatorio del Sagrado Corazón del Tibidabo, la Torre Andreu , conocida como La Rotonda en la Avenida Tibidabo o la aduana del Puerto de Barcelona.
La familia que encargó el trabajo estaba formada por el matrimonio Sebastián Pascual de Bofarull e Isidra Pons, una pareja burguesa.
Isidra Pons fue una figura muy importante, pues apostó por la educación de las niñas y mujeres y dedicó gran parte de su vida a promoverlo.
Es un lugar precioso, con muchas zonas verdes, ideal para las bodas al aire libre, con muchas posibilidades y diferentes espacios donde realizar cada uno de los momentos de una boda.
El interior está lleno de detalles modernistas. Tiene un encanto y una atmósfera muy especial.
Y los propietarios (esto es una de las cosas que más me gustan de un espacio) son los descendientes de la familia.
La Torre del Veguer
La Torre del Veguer no puede entenderse sin el vino.
Sus orígenes son muy antiguos, de la Edad Media. Su primera construcción es del año 1359. A lo largo de los siglos sufrió diferentes modificaciones y su estado actual data del siglo XIX, pero fijaos si tiene importancia, que está catalogada como edificio histórico-artístico por la Generalitat de Cataluña.
No es hasta el año 1878 que Josep Ferrer i Vidal compra la finca. Proviene de una familia con buenos recursos, pero no acomodada. Estudió enología durante varios años en Burdeos y decide dedicarse a la producción de vino.
Tiene unos maravillosos viñedos que hacen volar la creatividad a cualquiera y también espacios con posibilidades. Muchos estilos de boda tienen cabida aquí.
Además, siguen produciendo sus propios vinos y cava, que son de gran calidad.
Los descendientes de Josep Ferrer i Vidal son también los que regentan el espacio.
Heretat Sabartés
Heretat Sabartés es uno de esos lugares de ensueño en los que te imaginas tu boda.
Una casa señorial con mucha historia y muy ligada también a la producción de vinos y cavas a través de Sumarroca.
Se encuentra en el municipio de Priorat de Banyeres, en pleno corazón del Penedés.
Tiene unos orígenes muy muy antiguos, de más de 1.000 años, pero su aspecto actual data de finales del siglo XIX, principios del XX. Pasó por diferentes familias de alto poder adquisitivo, incluso por varias generaciones de marqueses.
Tiene multitud de espacios, muchos rincones al aire libre ideales para la ceremonia, el banquete o cualquier momento de una boda y varios interiores de muchos estilos, que pueden combinar a la perfección con cualquier evento.
Idea conceptual
El concepto principal del proyecto era el romanticismo.
Y de aquí, toda la idea conceptual giraba en torno a:
- El color blanco y los colores pasteles
- La sencillez
- El minimalismo
- La naturaleza y la naturalidad
- Realismo
Estilos
No podría definir el estilo en una sola palabra, ya que no es un proyecto boho, ni vintage, ni moderno, propiamente dicho.
El estilo tiene que ir siempre en total concordancia con el espacio elegido para un evento. Si es un lugar muy clásico o tradicional, no tiene sentido que la estética sea muy vanguardista.
Buscábamos sitios con historia, por lo tanto, ya sabíamos que el estilo iba a ser predominantemente clásico.
Obviamente, íbamos a añadir algunos toques de las tendencias del momento. Pero lo cierto, es que, desde hace años, se busca tanto la personalización en las bodas, que los estilos cada vez se diluyen más, habiendo mezclas y combinaciones.
También teníamos claro que iba a ser elegante.
Colaboradores
¿Qué colaboradores íbamos a necesitar?
Claramente, el fotógrafo ya estaba decidido. La propuesta venía de la mano de Guillaume y no iba a elegir a otro.
Pero además de él y una vez tuvimos definido el proyecto, íbamos a necesitar los siguientes colaboradores:
- Servicio de vídeo
- Catering
- Vestido de novia
- Traje de novio
- Decoración
- Florista
- Estilista
- Modelos para simular la pareja
Tenía claro con qué colaboradores quería trabajar, pero también tanteé a otros por si había problemas de agenda.
Quería profesionales de proximidad, con alma, con personalidad, con un toque diferencial y que les entusiasmara la historia del proyecto tanto como a nosotros. Que además, quisieran aportar un toque diferencial dentro de su propia parcela.
Y no sé si fue la suerte, el destino o saber elegir bien, pero lo cierto es que acertamos de pleno, porque dimos con un equipo excepcional con el que vivimos una experiencia inolvidable.
EL EQUIPO
El día elegido fue el sábado 18 de septiembre y estos fueron los profesionales que nos acompañaron en ese gran día.
Fotógrafo
El fotógrafo, como no podía ser de otra manera, fue Guillaume Giménez. Me encanta su estilo delicado y las fotos quedaron geniales.
Lo ideal hubiera sido combinarlo con vídeo, pero no conseguimos la colaboración de ningún videógrafo. Ya había una inversión fuerte en todo el proyecto y no podíamos permitirnos la contratación de este servicio.
Espacio
Un fin de semana de julio, Guillaume vino a pasar el fin de semana a Barcelona desde Toulouse, que es donde él vive.
Y la verdad que estuvo genial, porque pasamos mucho tiempo juntos en el que tuvimos tiempo de hablar en profundidad del proyecto, desarrollarlo, pero también conocernos y darnos cuenta del buen feeling que tenemos.
Visitamos Heretat Sabartés, La Torre del Veguer y el Castillo de Santa Margarita.
Nos encantaron los tres. Fue difícil decidirnos por uno, porque nos hubiera encantado hacerlo en los tres, pero eso no era posible.
Así que finalmente nos decantamos por la majestuosidad de Heretat Sabartés.
Modelos
Necesitábamos una pareja para que hicieran de novios en el shooting.
Queríamos una pareja real, para que la química fuera auténtica, pero no fue posible, así que tuvimos que encontrarles por separado.
Como pareja real que buscábamos, queríamos que las personas que la integraran fueran reales también. No modelos de cuerpos perfectos, sino un chico y una chica con los que el público objetivo de nuestro proyecto se sintieran identificados. Que pudieran verse reflejados en ellos y que pudieran sentir que podían ser ellos perfectamente. Después de varias selecciones, finalmente encontramos a Jordi y a Giada.
No son pareja, pero igualmente se creó una magia muy especial ese día, aunque ellos no habían tenido oportunidad de conocerse previamente. Hubo química entre ellos y esto hizo que las fotos contaran y hablaran mucho.
Esas miradas despiertan emociones y sentimientos verdaderos.
Vestido
En cuanto al vestido de novia, nos interesaba mucho trabajar con alguna marca local. Queríamos alejarnos de las grandes marcas y buscar un trabajo más artesanal, de autor. Por eso pensamos en varios diseñadores con pequeños ateliers.
Decidimos trabajar con Laura de Colm Bridal, por su frescura, propuesta, experiencia, calidad y porque su filosofía y concepto es muy parecido al nuestro.
Laura eligió para la ocasión un vestido en el que Giada se sentía muy cómoda y que iba en la línea de la historia que queríamos contar y de lo que queríamos transmitir, más allá de esa historia.
Traje
El objetivo con el traje de novio era el mismo que para el vestido de novia, pero no pudimos conseguir la colaboración de ningún sastre.
Hablamos con diferentes firmas que hacen trajes a medida y decidimos trabajar con La Botiga Roba d’Home porque nos gustó mucho su enfoque, además del gran trabajo que hacen y la calidad de sus trajes.
Pastel
Para el pastel lo teníamos claro: Vero de Con V de Vero.
Y la verdad es que se lo curró muchísimo. Hizo un pastel maravilloso y que encajaba perfectamente con la temática, decoración y entorno del shooting.
Estilismo
Para el estilismo también hicimos una pre-selección de varios profesionales.
Decidimos trabajar con Nerea y su equipo de Imaging Barcelona (@studio.imaging) porque la parte profesional y técnica pesaba mucho, desde luego. Hacía tiempo que nos seguíamos por redes y me apetecía mucho trabajar con ella.
Pero, al final, estos proyectos son muy de piel. Y cuando sientes esa conexión, esa chispa, sabes que es con quien tienes que trabajar.
Decoración
Nos faltaba la última pata para este proyecto, una parte que era primordial: la decoración.
Hablé con varias decoradoras, pero me apetecía mucho trabajar con Isabel y Eva de Secrets Vintage.
Además de decoradoras, expertas en restauración de muebles antiguos y de estilo vintage y en arte floral, también son wedding planners. Así que, qué mejor que ellas para entendernos, jeje.
Nos conocíamos desde hacía un año en una feria del sector nupcial en la que vinieron como visitantes y sabía que íbamos a trabajar muy a gusto juntas. No me equivoqué en absoluto.
Dieron un punto al shooting elegante y precioso. Precisamente el que queríamos para transmitir y contar la historia. Qué os voy a contar, ya veis el resultado.
EL GRAN DÍA: UN SHOOTING MUY ESPERADO
Siempre que se hace un proyecto de este tipo hay mucha ilusión. Se está trabajando desde hace meses y por fin llega el tan esperado día. Todos tienen ganas de conocerse, de aportar, de trabajar en equipo…
Y lo cierto, es que es un día muy bonito y muy especial, aunque también ajetreado.
Aunque no conocíamos a todos presencialmente, al menos sí habíamos hablado con todos ellos por teléfono, videollamada y whatsapp, pero entre los miembros del equipo no había existido interacción hasta el momento.
Pero eso no fue un problema porque a los 10 minutos todo fluía como si hubieran estado trabajando juntos toda la vida.
Todo eran sonrisas y buen royo y yo estaba encantada. Y mira que fue un día largo (empezamos bastante pronto y acabamos de noche). Acabamos cansados pero felices con muchas ganas de ver las fotos y poder compartirlas en nuestras webs y redes sociales. No es para menos, nos sentimos muy orgullosos de nuestro trabajo.
Y el parón que hicimos al medio día para compartir una comida todos juntos mientras descansábamos un rato (bien merecido), nos permitió hablar más, conocernos y profundizar en nuestras relaciones profesionales y personales. A fin de cuentas, va muy unido.
Empezamos con todos los preparativos: montaje de la decoración, los arreglos florales y el estilismo de los modelos.
Comenzamos la sesión en la zona de la ceremonia, porque Guillaume consideró que más tarde la luz ya no iba a ser adecuada.
Después, en todos los exteriores de la finca, que son muchos y muy variados.
Y dejamos la parte interior para el final, ya que la luz no influye demasiado en este aspecto.
Recreamos el momento del “first sight” o primera vista, lo cual cobra bastante sentido siendo un elopement. Hay parejas que también lo están haciendo en el día de su boda, porque en el momento de llegar al altar hay muchos ojos puestos en ellos, hay nervios y no da tiempo a disfrutar el momento realmente.
Consideramos que las escaleras de la finca eran el mejor lugar para escenificar esta parte.
Por último, el momento del pastel y el brindis en la sala interior.
La verdad que fue una experiencia genial.
CONCLUSIONES Y REFLEXIÓN
Un shooting es algo maravilloso, inspirador y muy bonito, pero lleva muchísimo trabajo.
Aviso a navegantes, sobre todo los wedding planners que se están iniciando con su empresa: no es nada fácil hacer un shooting.
Hay que hacer un proyecto bien definido, tener muy claro qué queremos contar y para quién, cuál va a ser el estilo y quién queremos que sean nuestros colaboradores.
Pero ojo: no es gratis. Es una inversión. Los colaboradores ofrecen su trabajo sin coste, ya que se ayudan unos a otros dentro del equipo. Es publicidad PARA TODOS. Por eso, cada uno aporta el valor de su profesión.
Se necesitan materiales (por ejemplo flores) y otras cosas que hay que pagar. Quizá los modelos tampoco cobren, pero por lo menos sí habrá que costear sus desplazamientos y dietas cómo mínimo.
Y hay que pagar las publicaciones en los blogs, revistas y medios que hayáis decidido utilizar.
Depende mucho del proyecto, pero a veces puede subir más de 1.000€.
Como directora de orquesta, en todos mis eventos mi mayor preocupación es evidentemente que salga bien. Pero paralelamente, es igual de importante que el equipo esté a gusto, que se encuentren cómodos y libres.
A veces elegidos por mí y otras por los clientes o las circunstancias, no importa cómo. Pero han sido elegidos por sus capacidades profesionales y para sumar. Por eso es importante que aporten desde su parcela de trabajo con toda libertad y que propongan la mejor solución para cada caso.
Con todo esto que te he contado…
¿Te animas a hacer un shooting?