Ya os lo comentábamos en el post de un evento: por qué y para qué. Un evento no se hace porque sí, sino que detrás de él hay una gran estrategia y se hace siempre por alguna de estas razones:
- Presentar un nuevo producto o servicio
- Lograr un mejor posicionamiento de marca
- Aumentar las ventas
Además de otras razones.
Una vez que has definido los objetivos, necesitas también tener muy claro cuál es tu público objetivo. ¿A quién va dirigido el evento que estás diseñando y organizando?
Qué es el público objetivo
El público objetivo es a quién quieres llegar. A quién creemos que puede interesarle nuestro evento realmente. Esto no sólo sirve para los eventos, lógicamente, sino para cualquier producto o servicio que queramos vender.
Tendemos a pensar: «¡Pues a todos! Cuanto más gente mejor!»
Pero esto es un error, ya que lo que ocurrirá finalmente es que no llegaremos a nadie. Básicamente lo que estaremos haciendo es emplear un montón de recursos (sobretodo tiempo y dinero) que no sirven para nada.
Siempre que se realiza una inversión, se hace con la intención de ver un retorno de la misma. Es decir, obtener un resultado.
Está claro que queremos que nuestro producto se venda al mayor número posible de personas. No se trata de descartar a nadie. Si no, de conseguir llegar a nuestro cliente ideal.
¿Que además vendemos a otros tipos de clientes? ¡Fantástico!
El consumidor es la estrella
Ya no es como años atrás, que abrías un negocio y esperabas a que la gente se acercara a él y te comprara. Simplemente esperabas y los clientes no tardaban en llegar.
Hoy en día no funciona así en absoluto. Eres tú el que has de salir a buscar a los clientes. Y para saber cómo encontrarlos has de conocerlos bien.
Si anteriormente todo giraba alrededor del producto (con la famosa teoría de marketing de las 4 P’s), hoy el centro es el consumidor.
Todo se hace pensando en él, y por eso nuestro producto, servicio, evento, etc ha de adecuarse a él.
Además el consumidor actual es muy exigente. Busca, compara, quiere obtener la mayor cantidad de información posible y también tiene información.
Cómo definir el público objetivo para tu evento
En el caso de los eventos, funciona igual que en el caso de la venta de un producto o un servicio. Al fin y al cabo, también hay que venderlo, así que hay que tratarlo como artículo en venta.
Ahora que ya has definido qué tipo de evento vas a diseñar, necesitas saber quién quieres que venga.
¿Y qué puedes hacer para atraer asistentes? Pues primero de todo definir cuál ha de ese público al que puede interesarle el evento, aunque después venga también gente que no pertenece a ese grupo.
Para ello, has de plantearte algunas preguntas.
- ¿Qué edad tiene?
- ¿Cuál es su profesión?
- ¿Cuáles son sus intereses?
- ¿En qué nivel socio-económico se encuentra?
- ¿Qué le gusta?
- ¿Cómo se comporta a la hora de elegir un evento al que asistir u otro?
- ¿Qué posición tienen en su organización?
- ¿Es una persona física o una empresa?
Ahora que ya tengo definido mi público objetivo, ¿cómo lo cazo?
Ahora que ya tienes bien definido tu público objetivo, necesitas saber cómo llegar a él para que conozca el evento y asista.
Según que características tenga, te has de dirigir a él de una manera u otra.
Por ejemplo, si el evento está dirigido a directores de empresa, lo mejor es enviar una invitación a través del correo electrónico.
Después es muy importante hacer un seguimiento para saber si lo ha recibido y si está interesado en venir. Una llamada telefónica es la mejor de las opciones.
Si se trata de un evento para millenials, está claro que el mail no va a ser una herramienta efectiva en absoluto. Ellos se mueven más en las redes sociales, por lo que tendrás que ir a buscarlos a Twitter, Facebook, Instagram, etc.
Cuanto mejor conozcas a tu audiencia, muchísimo mejor. De esta manera sabrás cuál es la mejor forma de llegar a ellos y te resultará mucho más fácil obtener una conversión. En este caso: lograr su asistencia.
Crea expectación
Es muy importante que no desveles absolutamente todo lo que va a pasar en el evento. Aunque haya un programa bien definido y el asistente sepa con bastante seguridad qué se va a encontrar, guárdate un as en la manga para sorprenderlo.
Algunas semanas antes, ves desvelando a través de newsletters o redes sociales algunas cosas que se encontrarán los asistentes. Pero hazlo creando interés, de una manera creativa, de forma que consigas despertar su curiosidad.
Crea contenido relativo al evento
Además de desvelar ciertas cosas que ocurrirán, puedes hablar sobre los temas que se van a tratar.
Por ejemplo, si se trata de un evento para emprendedores, puedes ir hablando sobre cómo obtener financiamiento para un proyecto, cuáles son las start ups que mayor éxito están consiguiendo o cómo redactar un plan de empresa.
No hace falta que sea muy detallado. Ya sabrán más en las charlas, conferencias y talleres que se impartirán, pero irás creando la necesidad de saber más en tu audiencia.
Ahora que ya has marcado los objetivos para tu evento y has definido el público objetivo al que va dirigido,